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Talca, Chile
Lo único que tengo claro es que nací en Chillán. De ahí para adelante es una enorme nebulosa.
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jueves, 31 de diciembre de 2009

Telediario


I

Las vacas sagradas de la poesía
No son más que eso :
Vacas.



II

Los ingleses de América
Los jaguares del nuevo mundo
Los reyes del choreo
(con corbata o con estoque)

Se vende respeto con poco uso.



III

Camina la Muerte junto a mí,
Me coquetea.
Me dice
Que le atraigo.
Que no puede dormir sin que me sueñe.
Pero yo,
Me hago el de las chacras,
Silbo cualquier cosa.
Como si nada,
Aunque, por dentro,
No me aguante las ganas
De pegarle un mordisco.

“Cuídate, Muerte, ya
Te lo aviso”.

martes, 29 de diciembre de 2009

De utilidad pública


I

Hace tiempo que hice silencios de tus calles
(Un pájaro en luz es lo que más importa),
Hace tiempo que mi barco se muere entre los días.

(Herido, como un ebrio, me pierdo entre las horas
Y no hay un puerto sereno donde dejar olvido).




II



¡Tan bella era
Que no tenía rostro!



III


Cuando vino el ángel desde el cielo,
Se sentó en una plaza.
Hacía un calor de los mil diablos
Y el ángel venía muy cansado.
(Porque el cielo queda más lejos que la cresta).
Dormido, entonces, se quedó,
Nuestro ángel por un rato
Y cuando despertó,
Hasta la pureza ya le habían robado.
Asombrado,
Miró en todas direcciones
Y viendo una niña que se le acercaba,
Pensó : “He aquí el alma pura que me ayudará”.
Mas cuando de cerca la observó, sus
Ojos abrió con más asombro.
“¿Qué…, acaso nunca has visto un travestí, ahuonao…
Si no querís que te la chupen, pa’ qué venís a hueviar pa’ ca?
Preguntó la rara damisela.
Nuestro ángel tomó entonces las de Villadiego y corriendo atolondrado,
Cayó entre un grupo de pokemones.
¡Loco, tómate un chimbombo!, le gritaron.
Mas nuestro ángel negó con su cabeza.
¡Que te tomís un copete, te digo, maricón!
Y
Palabras más acción,
Se fueron contra el ángel a patadas y puñetes.

Al final del cuento
-Sobre un pasto sucio de botellas y jeringas-
Un ángel amoratado e hinchado,
Rompía el primer sello,
Mientras
Lloraba en silencio...

Mientras
Lloraba
En
Silencio.



IV


Yo,
Que creí haberlo visto todo,
Estoy aquí,
Llorando a moco tendido,
Frente a mi propio rostro
Que se marcha.




V

En la casa quedaron
Algunos muebles viejos.

Esencias de sueños en antiguos rincones.

Calendarios sin dientes
Olvidados en la cocina.

En la ventana,
Sobre el vidrio sucio,
Las huellas ajadas de mis nuevas esperanzas.




VI
No hay tiempo en estos días
Para mirar el cielo,
Me dices,
Mientras tus ojos
Se van
De vitrina en vitrina
Hacia el abismo.




VII

Vae victis,
Te dije

Y me fui
Arrastrando mi sombra
Hacia el silencio.


.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Caos

I

No sabiendo qué hacer...

Las manos
resecas,
como olvido de flores en
la tumba de alguien
y el lento,
lento
volotear
de tus silencios.


II

¿Por qué tocas
la puerta de mi inquietud...,
por qué
dejas pájaros sobre tu rastro?
¿Por qué?,
si sólo las nubes vuelan
cuando te marchas.



III

... y el reloj
deja caer
gotas de polvo
sobre el mediodía.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Palabras...

I

No soy agricultor
Ni poeta;
Pero, aún así,
Lanzo mis voces sobre la tierra herida

… sólo por si acaso.




II

Al final de mis palabras me encuentro yo,
Con los ojos de mi padre.
No hay sueños en mi boca muda
Y un olvido
Teje con fuerza
Mi sombra
A las manos del viento.



III

Nunca digo nada
Porque mis ojos
Cantan mejor
De lo que yo
Pudiera hablarte.




IV

Cortas el viento.
Susurras.
Pierde el sol
Sus alas
De pájaro marino.



V

Soy el maestro del barrio.
El chasquilla que,
Con dos palabras, endereza
Una alegría.
A mí me buscan los jubilados,
El joven triste,
La esposa olvidada en la rutina,
El niño
Que suelta la pelota
Para seguir a un pájaro.
Y me buscan porque nunca cobro,
Porque no tengo título de poeta,
Porque mis palabras vinieron de la calle.

Porque, al final, no sé qué hacer con tanta vida.





VI

¡Supieran ustedes cómo es la cosa!
¡Si me río solo cuando estoy dormido…¡

Pero,
La verdad,
Es que ustedes
No tienen ni la más mínima idea de lo que está pasando!.

¿Se dan cuenta,
Entonces,
De lo que se están perdiendo?.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

1973

Mi infancia fue denunciada por alguien del barrio
que me tenía mala.
Llegaron, entonces,
los tipos de civil
y se la llevaron a patadas en mitad de la noche.
Nadie dijo nada porque reinaba el miedo.
Hay testigos sí
de que aguantó todas las torturas
y como no pudieron con su pureza,
la tiraron al mar desde helicópteros,
la fusilaron en desiertos y casas abandonadas.
Le tendieron emboscadas en esquinas imposibles,
la sepultaron en faldeos de cerros y en mil tumbas
sin nombre.
Pero, mi infancia
siguió viva y sonriendo
y se encuentra por aquí,
en un rincón profundo y tibio
de este,
mi viejo corazón de cicatrices.





 II


Cuando niño me dijeron :
¡Crece y hazte hombre !

Obedecí :
Crecí y me hice hambre.


viernes, 4 de septiembre de 2009

Memorias

I



Nunca me miré en un río.
A lo mucho,
busqué mi rostro
en los charcos cubiertos por la escarcha
mientras
la vida
me entraba a raudales
por mis zapatos rotos.



II


Generalmente, no hablaban de nada.
Comían en silencio.
Bebían el vino casi con tristeza.
Luego,
miraban al vacío y a los platos,
como esperando respuesta.

Más tarde
- a la hora del té -,
los gatos dormían junto a ellos
y yo,
yo sabía algo más del lenguaje del viento.




III



Enterraban a alguien
- de eso me acuerdo -,
se escuchaban los llantos y
había rostros tristes.

Las flores
arreglaban sus faldas sobre la tumba herida
(La mano grande de mi padre estaba cerca)
y mis zapatos
tenían un gran agujero
por donde yo,
con frío,
tanteaba el corazón del mundo.



IV


Fueron tiempos distintos:
La lluvia no dolía
Y existían milagros.

Mi corazón tenía una caja de música.
Y el mundo medía
Sólo unas cuantas manzanas.

En la noche,
Se escuchaban los ecos de los sueños
Y
Mi madre
No era un recuerdo
Como ahora.



V


No existe charco que no haya pisado.
Ni dolor, ni sombra.

Lluvia oscura y fría
como amante.

¿A dónde van tus nubes
con sus trajes de olas?.

lunes, 27 de julio de 2009

Cachureos




I

Tengo
Un calendario lleno de cicatrices
Un perro de yeso herido por el arte
Una bacinica que conoció tu dulzura
Una radio ebria que cabecea y murmura
Un dolor
que se cree invencible.

Muchos gatos parados
bajo la luz de Dios.



II


No voy a hablar de nada.

Tendría que sacar mis ojos del cajón
Amarrar los perros de mi boca
O ahogar la tormenta que sonríe en mi voz.



III


Nunca escribo lo que quiero.
Por eso
las palabras sonríen
mientras alzan sus faldas
frente a mis ojos bobos.



IV


Las huellas del hombre son
-En el orden que quieran-
El vaticano
La bacinica
El Napalm
Los discursos
Las botellas vacías
Las hambrunas
Los discos de vinilo
La Declaración de los Derechos del Hombre
La crucifixión
Las bicicletas
Los partidos políticos
La tuberculosis
El fantasma de Michael Jackson
Los libros de teoría literaria
Los sueldos de futbolistas y pastores.

Huellas a agregar :
Las que se quieran.



V


Muros :
"A la María le gusta el loly"
"Biva la libertá"
"Yo estuve allí"
"Apaguen el mundo"
"Muera el roto Quezada".



VI


Aprendan ustedes
que por más que caminen
no encontrarán
senderos
en estas huellas.



VII


En esta casa todo es un desorden.

Constantemente tropiezo
con los huesos añejos
que dejó
el obsceno
cadáver
de
tu ausencia.



VIII


Me fui de mi mismo a portazo limpio.
Hediondo a soledad
Y con los ojos sangrando de distancias.

Y no pregunté por tu nombre en ningún lado.

Serían las cinco ...o las seis
y las "eses" me hacían reír sin comprenderlo.



IX


No quito el ripio
Porque me gustan las piedras.
Estas son
Las hijas silentes de Dios
Cuya misión
Es hacernos caer
Para postrarnos
Ante nuestra propia ignorancia.




X


Quemé mis alas para caer en ti
Y
Arranqué mis ojos
Para que mis manos
Se hicieran sabias sobre tus pechos nuevos.



XI


Mi ojos
no se inclinan
ante el peso de tu recuerdo.

Mi ojos
están fríos...

al igual que tu luz
que hizo hielo los campos de mi risa.



XII


Envejezco.
Las palabras se sientan en torno a mí.
Esperan mi mirada
Mis caricias,
Pero,
Yo busco tu imagen más allá de las distancias
Y las palabras comprenden
Que
En el silencio
Hay también soledad
Y poesía.



XIII


He gastado tu recuerdo
De tanto pensarte.

… o son mis ojos los opacos
Por la vida?.



XIV


Duerme si quieres y descansa
Que yo
Con un palo
Saldré a espantar los sueños malos
Y
-Parado frente a la noche-
Pediré a las estrellas
Que descalcen sus pies,
Pues tú descansas.



XV


¿Qué hacían los trenes llorando bajo la lluvia?

Yo miraba un charco y te esperaba.

Mis manos partidas por la ausencia
Sonreían en sus heridas

Y yo,
Yo miraba un charco

… y te esperaba.




XVI


Cuando cerré mi boca
-Para evitar que se escaparan-,
Las palabras
Acortaron el cuento
Y treparon a mis ojos
Para hacerse al mundo sin más prejuicios.

Lo demás,
es harina de otro costal.



XVII


En el clóset,
Un viejo traje mío
Guarda el mismo silencio
Que yo habito

… y somos
Dos gemelos
Colgando
De la tarde.




XVIII


Observo
Las manchas de tristeza en el mantel
Mientras la araña
-en el rincón-
Teje en silencio
Y
Como yo,
Medita.



XIX


¡Toda esta lluvia sobre mi rostro muerto…

¿ Qué harán los pájaros
- me pregunto –
Cuando la luz se vista con tu nombre ?

… y el silencio no deja de gritarme!



XX


Déjenlos descansar
-en donde estén-
Que sus huesos son flautas de silencio
Tocando al viento
Sus cantos de memoria.