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Talca, Chile
Lo único que tengo claro es que nací en Chillán. De ahí para adelante es una enorme nebulosa.
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lunes, 27 de julio de 2009

Cachureos




I

Tengo
Un calendario lleno de cicatrices
Un perro de yeso herido por el arte
Una bacinica que conoció tu dulzura
Una radio ebria que cabecea y murmura
Un dolor
que se cree invencible.

Muchos gatos parados
bajo la luz de Dios.



II


No voy a hablar de nada.

Tendría que sacar mis ojos del cajón
Amarrar los perros de mi boca
O ahogar la tormenta que sonríe en mi voz.



III


Nunca escribo lo que quiero.
Por eso
las palabras sonríen
mientras alzan sus faldas
frente a mis ojos bobos.



IV


Las huellas del hombre son
-En el orden que quieran-
El vaticano
La bacinica
El Napalm
Los discursos
Las botellas vacías
Las hambrunas
Los discos de vinilo
La Declaración de los Derechos del Hombre
La crucifixión
Las bicicletas
Los partidos políticos
La tuberculosis
El fantasma de Michael Jackson
Los libros de teoría literaria
Los sueldos de futbolistas y pastores.

Huellas a agregar :
Las que se quieran.



V


Muros :
"A la María le gusta el loly"
"Biva la libertá"
"Yo estuve allí"
"Apaguen el mundo"
"Muera el roto Quezada".



VI


Aprendan ustedes
que por más que caminen
no encontrarán
senderos
en estas huellas.



VII


En esta casa todo es un desorden.

Constantemente tropiezo
con los huesos añejos
que dejó
el obsceno
cadáver
de
tu ausencia.



VIII


Me fui de mi mismo a portazo limpio.
Hediondo a soledad
Y con los ojos sangrando de distancias.

Y no pregunté por tu nombre en ningún lado.

Serían las cinco ...o las seis
y las "eses" me hacían reír sin comprenderlo.



IX


No quito el ripio
Porque me gustan las piedras.
Estas son
Las hijas silentes de Dios
Cuya misión
Es hacernos caer
Para postrarnos
Ante nuestra propia ignorancia.




X


Quemé mis alas para caer en ti
Y
Arranqué mis ojos
Para que mis manos
Se hicieran sabias sobre tus pechos nuevos.



XI


Mi ojos
no se inclinan
ante el peso de tu recuerdo.

Mi ojos
están fríos...

al igual que tu luz
que hizo hielo los campos de mi risa.



XII


Envejezco.
Las palabras se sientan en torno a mí.
Esperan mi mirada
Mis caricias,
Pero,
Yo busco tu imagen más allá de las distancias
Y las palabras comprenden
Que
En el silencio
Hay también soledad
Y poesía.



XIII


He gastado tu recuerdo
De tanto pensarte.

… o son mis ojos los opacos
Por la vida?.



XIV


Duerme si quieres y descansa
Que yo
Con un palo
Saldré a espantar los sueños malos
Y
-Parado frente a la noche-
Pediré a las estrellas
Que descalcen sus pies,
Pues tú descansas.



XV


¿Qué hacían los trenes llorando bajo la lluvia?

Yo miraba un charco y te esperaba.

Mis manos partidas por la ausencia
Sonreían en sus heridas

Y yo,
Yo miraba un charco

… y te esperaba.




XVI


Cuando cerré mi boca
-Para evitar que se escaparan-,
Las palabras
Acortaron el cuento
Y treparon a mis ojos
Para hacerse al mundo sin más prejuicios.

Lo demás,
es harina de otro costal.



XVII


En el clóset,
Un viejo traje mío
Guarda el mismo silencio
Que yo habito

… y somos
Dos gemelos
Colgando
De la tarde.




XVIII


Observo
Las manchas de tristeza en el mantel
Mientras la araña
-en el rincón-
Teje en silencio
Y
Como yo,
Medita.



XIX


¡Toda esta lluvia sobre mi rostro muerto…

¿ Qué harán los pájaros
- me pregunto –
Cuando la luz se vista con tu nombre ?

… y el silencio no deja de gritarme!



XX


Déjenlos descansar
-en donde estén-
Que sus huesos son flautas de silencio
Tocando al viento
Sus cantos de memoria.