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Talca, Chile
Lo único que tengo claro es que nací en Chillán. De ahí para adelante es una enorme nebulosa.
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sábado, 28 de diciembre de 2013



 I



Se amaba
frente a los mil espejos
de su vanidad.
Luego,
se paraba desnuda frente a mí
y hacía gala
de su amor hermafrodita.


viernes, 27 de diciembre de 2013

Crónica




 I


Uno de los Jinetes
del Apocalipsis
llega -despavorido-
contando
que lo habían asaltado
en la otra esquina.



 II


De utilidad pública:
Jinete del Apocalipsis
solicita
a quienes lo asaltaron
y le quitaron su cabalgadura
que, por favor,
se la devuelvan
para poder llevar a cabo
su misión.



  III


Jinete del Apocalipsis
grita de pavor
al pasar frente a carnicería
que ofrecía
carne fresca de "vacuno".



  IV


Ültima hora:
Jinete del Apocalipsis
fue despedido
por incompetente.

Fin del mundo
se aplaza
hasta nuevo aviso.

sábado, 21 de diciembre de 2013




 I


Miro
fíjamente al horizonte.

No hago más que eso.

Contemplo
fíjamente
al horizonte.



 II


Yo,
no dictamino normas.
Dejo
que cada cual
haga
lo que quiera.

Porque,
simplemente,
miro fijo al horizonte.



 III


En el horizonte
están las cosas cercanas.
Los secretos
casi mágicos de las caricias.
Árboles 
creciendo
por doquier.



 IV


Dios,
me mira desde el horizonte
por el rabillo del ojo
y esboza una sonrisa
(o eso creo).
Lo demás son 
cuentos chinos.



 V


A ver, a ver,
¿cuál es la dirección correcta...,
la que viene o 
la que va?.



 VI


Un sátiro
es un poeta
con los sueños cumplidos.
Para él,
el premio Nóbel 
es sólo
papel Confort.



 VII


Lo que aquí se escribe,
es la pura verdad.
No importa en lo absoluto
si usted no entiende
un pepino.



 VIII


Váyase despacio
y regrese,
-si puede-,
más lento
todavía..



 IX


¿Por qué miras
fijo al horizonte?

-Porque,
si no lo hago,
el sol
caerá de golpe
sobre el mar.



 X


Lo reitero :
La única estética comprensible
es
el horizonte.



 XI


La palabra
rizoma
significa
-en el horizonte-
lo mismo;
pero,  
sobre la superficie.



 XIII


El horizonte
no es como la "Casa de Irene",
aunque sus guiños
son así de misteriosos.




 XIV


Un poeta
no busca
la verdad.
Sólo
revuelve palabras
en el crisol del horizonte
hasta que sangra
profusamente
de nariz.



 XV



No fue una epifanía como tal.
Sólo
me senté a descansar un rato.
A mojar mis patas en el agua
y entonces,
me puse a mirar 
fijo
el horizonte.



 XVI


Bien, señores.
Váyanse a dormir.
Ahora es cosa
de la luna,
el horizonte
y yo.



viernes, 20 de diciembre de 2013




 I


Lo que parece simple es
un espejismo.

Como tus ojos,
agitando
un pañuelo
en la distancia.




jueves, 19 de diciembre de 2013


 I

 Las palabras no me sirvieron  de nada.
Fui,
en silencio,
a sembrarlas en tu corazón;
pero, 
se incendiaron de pavor
en tu alma yerma.



 II


 Nos dijo
que el señor Barriga 
se le aparecía riendo desde el televisor apagado.
Que perdió su magia
a la orilla de una carretera.
Cuando
perseguía el amor
de una puta que 
no quería verlo.
Nos dijo
que nos amaba.
Que éramos sus hermanos.

Aunque no pensáramos
casi nunca
en su desgracia.



 III


Bueno,
hagamos un recuento de los chiquillos del barrio:

El Mario,
que puso su cabeza en la línea del tren
luego de haber matado a su familia.
Bruno, -que era bueno y deportista-
 y fue devorado desde su pierna por el cáncer.
El Pato Saldías que chocó de frente con un bus.
El Pancho Varas - el ingeniero- que se ahorcó luego
que declarara que no podía apagar la ampolleta
que le ardía en el  estómago.
El flaco Arturo se ahogó en su vómito
y el Pancho Largo tomó demasiado
antes de ir  a nadar. 
Pancho Cerda fue aplastado con su moto por una micro.
El Leupín fue atropellado cruzando la avenida O"Higgins.
Juan Carlos, mi hermano, se suicidó.
"El Cacharro" perdió un brazo, un ojo y
sus malas mañas.
Wladimir, otro de mis hermanos, decidió
que la cordura era cosa de locos.
El Adolfo no soportó quedar lisiado para siempre
y resolvió
que el alcohol serviría de bálsamo
Al igual que el Julio, que murió triste
y olvidado en un cuartucho oscuro.

Los demás,
los que quedamos,
bailamos a veces con la muerte.
La apretamos fuerte en esos lances,
le mordemos la oreja.
Le decimos,
coquetos,
que algún día
también
le diremos que sí.



 IV


Quizás si un día,
con mi voz de ladrillo,
cante un sueño diferente
y florezcan en ti
extrañas sensaciones.


Como la vida.









miércoles, 18 de diciembre de 2013




 I


Animal circense: 
saltimbanqui.
Acróbata
me veo,
esquivando
cadáveres y cadáveres
que no paran nunca, 
nunca
de comprar.



 II


Los viejos son sabios:
Vuelven
corriendo hacia la infancia
ante el pavor
que da la vida.



  III


Te busco en internet.
Leo tu perfil.
Recorro la foto
que yo mismo mejoré con Photoshop.
Y
Veo que cada día
tienes amigos diferentes.
Que eres feliz.
Que acabas de comprar
las últimas botas de temporada.



 IV


 Escribo fácil.
para que no se pierdan.
Dejo
pequeñas migas
entre estas letras
para mostrar el camino.



 III


Marcas mis miradas
como spam.
Sin leerlas.
Luego,
sin asco,
vacías la papelera
de tu corazón.





martes, 17 de diciembre de 2013




 Unidades de medida:
La tristeza, 
La soledad,
El silencio.

De la suma de sus partes
resulta el amor.



lunes, 16 de diciembre de 2013




 I


La muñeca Barbie
nació en los  '50.
Yo,
en los  '60.
En los  ' 70
mataron a Allende.
En los ' 80,
Pinochet reinaba en el infierno.
En los  '90,
el trono cambió de ocupantes,
pero,
siguieron reinando
los demonios.



  II


La ampolleta
-loca de terror-,
se suicida
frente a los ojos fijos
de aquél
que no deja de mirarla.



  III


En su maleta
traía dos diarios viejos 
un día de otoño.
También unas botellas azules
por cuyas etiquetas
corría un río imaginario.
Su ropaje era simple como el silencio
y olía a soledad,
-con toques ligeros 
de un antiguo tabaco-.
Se paraba en el dintel
-antes de entrar o de marcharse-,
y lanzaba al aire
una moneda en forma de canción.
Luego,
con paso recio,
se marchaba hacia un recuerdo cualquiera.

Los calendarios debían pensar que estaba loco;
pero, nada decían.





sábado, 14 de diciembre de 2013




 I


Debí ser 
el ejemplo de la familia.
El que sacara la cara
por
los que se fueron al infierno anhelando 
la gracia.
Debí ser
el que salvara al mundo de sí mismo.

Una especie
de niño hermoso.

Como el que aún sueña 
mi madre
desde su tumba.



 II


No voy a negarlo:
Escribo porque sí.
Aunque me cuesta un mundo
tomar el lápiz
con estas manos tullidas por
la angustia.
 Lo demás, 
es un tremendo misterio.



 III




Que abran botellas de tequilas
o que vistan pomposas capas
de colores.
Que se embriaguen de
su propia labia.
A mí,
déjenme con esta rabia arcana.
No voy a ir al mundo ni a sus brazos.
Simplemente,
voy a vestir este pellejo de perro
como si fuera un hábito perpetuo.

Porque,
¿para qué son las puertas,
sino para cerrarlas?.





miércoles, 11 de diciembre de 2013




  Cuando te fuiste
adopté una gata
que me ronrronea su amor.
Que se pega a mi cuello
hasta dormirse.
Que espera mi regreso
con unos ojos de loca.
Que se lanza con furia sobre mi piel para 
tatuar con mi sangre su despecho.
Que luego se va,
regresa,
maúlla suavecito por caricias.

¿Y aún así
pretendes que te olvide?