Acerca de mí
- Arturo Bustos
- Talca, Chile
- Lo único que tengo claro es que nací en Chillán. De ahí para adelante es una enorme nebulosa.
viernes, 31 de enero de 2014
miércoles, 29 de enero de 2014
I
Decían
que era imposible.
Que Machu Pichu
no estaba sobre el ropero.
Que,
en el charco del patio
no había ningún Nautilus navegando.
Que
algo grave pasaba
con el niño.
Que
era urgente
llevarlo
hasta el doctor.
II
Para ella,
la lluvia era lluvia
y
el temblor que sintió
cuando rozó mi adiós,
producto
del frío
solamente.
III
A mí,
no me vengan a pedir monedas.
Menos consejos
de qué hacer cada cual
con su vida.
A mí,
no me interrumpan preguntándome la hora.
Sólo
déjenme
dormir
tranquilo
bajo esta cruz.
martes, 28 de enero de 2014
I
Cuando niño,
en este barrio,
la desgracia más grande
eran los ojos en tinta
de la señora Edelmira.
Porque -se sabía-,
el viejo Antonio llegaba con la caña
y después
se ponía a llorar, el putamadre.
Ahora,
se escuchan,
siempre,
disparos en la noche.
La droga corre firme
y los niños
pasan huyendo junto a mí
mientras me gritan ;
"!Haste a un la'o, sapo culia'o"¡.
II
Todo, todo el mundo habla.
Decretan
que la cosa está mala.
Que, cómo puedo yo
estar mojando mis patas
en el arroyo.
lunes, 20 de enero de 2014
jueves, 9 de enero de 2014
I
Que las palabras sean chicas lindas
que podamos vender
en vitrinas exquisitas de los malls capitalinos.
Que éstas nos paguen esas tardes de café
en que nos mostremos a la plebe.
Que sean nuestras sacrosantas agentes que nos dejen
en los canales nacionales de televisión.
Mejor aún,
que nos den los pasajes a Estocolmo.
Que nos hagan doctores honoris causa.
Clientes regalones de los mejores restaurantes.
Que nos hagan recorrer Europa entera.
Que permitan,
que hasta los lanzas nos hagan reverencia.
Que nos saquen de la salud pública.
Que,
por último,
me consigan el título
de
Mejor Cafiche de la Provincia.
martes, 7 de enero de 2014
Junta de vecinos
I
Dejémonos de cosas raras.
Vámonos directo al asunto:
¿Se los baja usted
o se los bajo yo?.
II
Puede ser en su alfombra
o en la mía.
Arriba de la mesa...
o
pegados como moscas en el techo.
Puede ser después de las cuatro
o durante (toda) la noche.
Puede ponerme el nombre de su marido
o
si prefiere
otro que le guste.
La cosas es
que no vaya a pensar
que me quiero aprovechar
de sus miradas.
III
Sí, lo entiendo.
Fue en un momento de locura.
Simplemente,
no estaba en sus cabales.
Cierto es,
me aproveché
de
su
debilidad.
Pero,
séquese las lágrimas
y díganme,
¿cuándo lo vamos a hacer de nuevo?.
lunes, 6 de enero de 2014
I
Cuando se me seca el pozo
de la inspiración,
pego mi rostro
en el vidrio añejo
de mis propias desgracias.
II
¡¿En qué
nos vamos a parecer...?!
El hace años
que corre en los hipódromos.
Yo,
sólo troto cuando me da la gana por
esta tierra seca y llena de camotes.
Ahora,
que de repente se parezcan sus letras
a las mías o las mías a las suyas
me hace mirar al cielo
y preguntarme:
¿No somos todos hijos,
acaso,
del mismo Padre?.
III
Mi cuerpo
se deshace
de los últimos dientes que me quedan.
"Eres viejo -me dice-,
ya no debes comer ...
sólo morir".
Pero; yo me rebelo y
me compro unos dientes fuertemente atornillados
(se me va
la mitad de mil alma en esta gracia).
Entonces, mi cuerpo,
comienza a rasgarme el corazón;
pero,
mi corazón es duro como piedra por
culpa del amor
y mi cuerpo decide
-contrariado a más no poder-,
que no va a aguantarme otra
y
estentóreamente
pronuncia
el hechizo final:
¡¡¡Alzheimer!!!!
grita y me señala
y
y
y...
---¿de qué estábamos
hablando...?
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