I
Siempre que te veo
eres extraña.
Mucho te esfuerzas
por alejarte de ti misma.
Pasas los días ejercitando la mirada que quisieras.
El ajeno ambiente de tu corazon.
Pones
gruesas cortinas en tus ventanas.
Para que nadie vea.
Para que ya no entre,
ésta,
mi luz que te persigue.
II
Busqué
por todos lados.
Revolví
cada cuarto en mi cabeza.
Moví
los planetas y ordené las galaxias.
Grité,
como hizo el primer dios en
mitad del vacío.
Luego lloré
y así nacieron,
simplemente,
tus estrellas.