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Talca, Chile
Lo único que tengo claro es que nací en Chillán. De ahí para adelante es una enorme nebulosa.
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viernes, 28 de febrero de 2014


  I


En los paseos del partido,
el tinto señoreaba por las mesas
y salían 
boleros tristes
de las bocas proletarias.
Las compañeras
perdían poco a poco la verguenza
y se iban por ahí.
Los mayorengos,
mientras tanto,
se encerraban con las chiquillas de la jota en 
algún  cuarto.
Las sentaban sobre sus piernas viejas  y
corruptas.

Les metían mano por todos lados.

Les prometían
que serían ellas
las salvadoras
de 
la clase obrera.

martes, 25 de febrero de 2014



  I


Torcía
la boquita levemente.
Sin atreverse a sonreír.
Por temor,
quizás,
a perder 
la cordura
en su sonrisa.
Pero, sus senos eran
fabulosos
y los enarbolaba cual bandera de batalla.
Y allí,
entre esas fronteras
y sus ojos
que parían océanos
estaba yo,
temblando de absoluto.

domingo, 23 de febrero de 2014



  I


Soy
un cadáver pegado
en los vidrios sucios
de una ventana extraña
y qué profunda
es la tristeza
en esos
ojos idos.


lunes, 10 de febrero de 2014




 I


Este desamor que nos tenemos
nos enreda
con sus extrañas cintas
de dolores.



  II


Intento
hacer
más rugosa mi piel.
Pegarla quizás
- atada con silencios-
en un marco cualquiera.
Volverla
negro espejo
nocturno
para ciegos.



 III



La vida se durmió,
esa tarde,
junto al gato de mi abuela.

Yo
-que era niño inquieto-,
me arranqué 
hacia la calle con mi cuerpo nuevo de 
cadáver.

La cosa anduvo bien
hasta que llegaron los antepasados
que,
a coscacho limpio,
me devolvieron
a los brazos temblorosos
de mi madre.

De ahí para adelante,
las cosas siempre fueron
diferentes.


domingo, 9 de febrero de 2014




 I


Es pelea perdida
hablar de poesía con los propios.
La sangre cubre el mantel
y las tazas quedan 
con las entrañas expuestas.
Luego,
un silencio
más espeso que la muerte
acompaña a los guerreros
hasta sus piezas.

En esas noches,
nadie vuelve a hablar.




  II


Como a una galleta oblea
había
que morderte suavecito.
Poner
la lengua entre los dientes
y lamer
con delicia
la dulzura empalagosa
de tu piel.


viernes, 7 de febrero de 2014




  I


Los poetas de provincia
no pasan
las tardes enteras
exhibiendo su soberbia
en el café de un mall.
Los poetas de provincia
van a las estaciones.
Se sientan 
entre los cadáveres
de los trenes
y cantan con ellos
viejas canciones
hasta llegar la noche.



  II


Es extraño
que no te acuerdes
cuando eras río sobre 
mi cuerpo

te hacías
ola,
una y otra vez,
sobre mi pubis.



sábado, 1 de febrero de 2014


 I


La vecina perfecta
llegaba temprano a comprar al almacén.
Decía "Buenos días"
y "Buenos días", respondíamos.
Pedía la mercadería con una voz imperturbable.
Intentaba recordar algo que se le había olvidado.
Luego, pagaba y se marchaba.
Pero,
antes de salir, se detenía
y volviéndose hacia mí,
me decía con sus ojos,
que no llevaba calzones
ese día.



 II


Escucho,
todo el día y por un lado,
los llantos insufribles de mocosos malcriados,
por el otro,
el cotorreo interminable y sin sentido
de
las señoras de mi patria

al llegar la madrugada,
mi propio,
propio
silencio.


 III



Sucede
que el teléfono
comienza a sonar,
desesperado.
Intento
ignorarlo
y cerrando los ojos
voy
por las palabras
que tenía en mi mente.
Pero, ya es imposible.
El teléfono vuelve a sonar
y
sonar
y
mana sangre
de ira
entre mis dientes.