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Talca, Chile
Lo único que tengo claro es que nací en Chillán. De ahí para adelante es una enorme nebulosa.
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miércoles, 31 de diciembre de 2014




 I


Siempre que te veo 
eres extraña.
Mucho te esfuerzas
por alejarte de ti misma.
Pasas los días ejercitando la mirada que quisieras.
El ajeno ambiente de tu corazon.
Pones
gruesas cortinas en tus ventanas.
Para que nadie vea.
Para que ya no entre,
ésta,
mi luz que te persigue.




 II


Busqué 
por todos lados.
Revolví
cada cuarto en mi cabeza.
Moví
los planetas y ordené las galaxias.
Grité,
como hizo el primer dios en
mitad del vacío.

Luego lloré
y así nacieron,
simplemente,
tus estrellas.








miércoles, 17 de diciembre de 2014




 I


Me muevo
y los planetas
siguen, curiosos, la marcha
de mis pasos.
Acomodo la noche 
sobre mis hombros e intento
que no caigan las estrellas sobre
tus sueños.
El tiempo espera con sapiencia
la torpeza de mi huellas.
Susurran las constelaciones cantos
de esperanza
y nace en mi corazón
una pequeña chispa, impregnada de lluvia,
tiritando.
Pero; 
eso basta.



  II



Encuentro
a la mañana sentada en el living.
Perdida su mirada.
Escuchando canciones que hablan
de amores
parecidos al nuestro.
Y es extraño...,
en nuestra desgracia,
nunca hubo espacio para
tantas
tandas 
comerciales.



  III



Durante la semana santa,
en los bares,
no se pensaba en su dolor,
sino en el propio
y
el vino
-que era su sangre-
se bebía una y otra vez
sólo
para olvidar.



  IV


Me siento
cerca de la ventana
a esperar
el paso -quizás- de un viejo amor;
pero,
esta no es mi cuadra
ni mi ciudad.
Ni siquiera 
mi cuerpo
y pienso
que el pasar de un fantasma
es tan triste
como la vida misma.





lunes, 15 de diciembre de 2014



 I


 Se desprenden las tablas
de mi cuerpo.
Se descascara la memoria e imágenes
-como fotos viejas-
ensucian los cuartos vacíos de mis recuerdos.
Ya casi nada veo
(mi propia vida es un espejo oxidado).
Sólo siento
las caricias del cosmos
y tus pasos silentes
-como alas-
cuando te alejas.




 II


Después de agonizar
todo el domingo
me quedo aquí,
frente al lunes,
colgado de un clavo.
Mientras la luz
que tanto ansías
va destiñendo
lentamente
tu figura.



  III


A Orión
le importa un comino
que  esté solo
bajo esta noche grandiosa
pensando
que más cerca que tú
están 
todas 
sus estrellas.








viernes, 12 de diciembre de 2014




  I


Es
la noche de la fiebre y
los relojes
ríen
y lloran
a carcajadas

... y tú
no vienes.




 II


Este fue un barrio simple.
Allí,
donde orinan los perros,
se sentaba doña Peta a contarnos mentiras
divertidas.
Allí también esperábamos por cualquier cosa
mientras la transpiración dejaba
surcos de tierra sobre nuestros rostros.
La pelota era la vida entonces
y más allá de la esquina,
el universo.




  III


Alguien destruyó mi cabeza con un palo.
Y desde entonces,
la lluvia formó
el más bello lago
en la cuenca de mi cráneo.