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Talca, Chile
Lo único que tengo claro es que nací en Chillán. De ahí para adelante es una enorme nebulosa.
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lunes, 29 de febrero de 2016




  I


Saco
el cadáver momificado de Armando Uribe.
Lo limpio
con el cuidado debido a un faraón.
Luego,
cierro las cortinas gruesas de la vida
y lo deposito, recto, sobre su cama.
Quito, con esmero,
la última pelusa de su traje
y me marcho
dejándolo a oscuras.
Entonces,
él me lo agradece
con un silencio
irreprochable.




  II




Crecen ramas secas de la cabeza de Armando Uribe
que él
poda con esmero cada mañana.
Luego,
sube hasta la cumbre del día
para que allí
la vida le arranque, 
nuevamente,  las entrañas.





 III


¡Va a comenzar la novela!
El pan
se instala raudo junto al té 
y sonríe la mantequilla sobre la mesa.
Se dejan de lado las tareas
y yo
hurgo por mi infancia
en el bolsón ya viejo 
de mi hijo.





domingo, 28 de febrero de 2016




  I



Adónde van los pájaros
tras la tarde...
¿Se harán estrellas?




  II


¡Está cerrado por almuerzo, imbéciles!
¿Que no ven el letrero?.
¡No me importa si no saben leer, ignorantes de mierda!
¡Básteles, gusanos,
con esta cara de asesino.!.



sábado, 27 de febrero de 2016




  Después de vagar
más de cuarenta años por
mi desierto,
aún no encuentro
la vida 
prometida.

jueves, 25 de febrero de 2016



  Veo, con el rabillo del ojo,
sombras
que no son sombras.
Fantasmas
que no son fantasmas
y apuro la cerveza
mientras veo
sombras 
que raudas pasan
por los fantasmas del ojo.



miércoles, 24 de febrero de 2016




  I


Tu imagen acústica
(¡Dios, cómo te sonrojarías
si la vieras!)
cuando digo tu nombre.




  II


Somos todos dolor,
me digo,
y desesperado, 
saco flores nuevas de mis bolsillos
para lanzarlas al aire.




  III


Voy
de página en página,
de recuerdo
en recuerdo,
como un náufrago
frago
que
nau.



martes, 23 de febrero de 2016




  I


¿Cómo será el vuelo cojo de un ángel?,
me pregunto.
Y trato de ver,
entre la nubes rojas y la tarde,
si es mi padre
el que trae 
la primera estrella
que titila.



  II


Un poeta no le sirve a nadie.
Ni siquiera a sí mismo. 
Generalmente,
se autocrucifica
dolorosamente
sin poder
-después-,
bajarse de la cruz.



  III


Moscas,
pegadas como piercings
en el rostro del hambre.



lunes, 22 de febrero de 2016




  Ese que aúlla con la noche,
que golpea tu tejado con la lluvia,
que asola tus silencios con los propios,
que fuego se hace por tu vientre
es mi dolor, aurora de mi muerte.



domingo, 21 de febrero de 2016



  I


La poesía es una maldición narcisista.
Pegajosa
como caluga mojada en las manos del infante.
¡Sálvanos, Dios, de sus designios!



  II


¿Han seguido a un tren
que huye bajo la lluvia
por la noche hacia el sur?



  III


Como los gatos,
me gusta encaramarme en sitios altos.
Desde allí
-impasible como ellos-,
ver como giran
y giran 
pequeños animalitos
en sus autos del año.



  IV


Salgo y veo los árboles
que huyen de los autos.
El silencio
mendigando palomas en la acera
y la vida corriendo como loca en
las vitrinas.
¿Y dónde está el sol, me pregunto, dónde...
y el verdor... y las distancias?.


viernes, 19 de febrero de 2016




  I


La poesía muere con las palabras.

Lo escrito
es sólo una pintura
abstracta
de su agonía.



  II


De mi niñez recuerdo
que me mandaron a comprar leche en una olla.
Que - al regreso del boliche-, me agarré a combos con los cabros del conventillo.
Que le entregué a mi madre una olla abollada y ya sin leche

que culpé de mis lágrimas 
a los golpes
y no a la tarde 
que moría roja
allá 
en el horizonte.


  III



Cuando Jesús lavó mis pies
me pidió
el nombre del doctor
que no quiso 
curarme 
las heridas.



  IV


Me crié en el mercado de Chillán.
Allí llegaban los turistas 
a observar
nuestra autóctona miseria.
A tomar fotos de nuestras caras hoscas.
A preguntarse
qué hacia todo ese dolor
entre la inmensa belleza 
de las frutas.





jueves, 18 de febrero de 2016




Aquí,
nadie manda a las palabras.

Se visten como quieren
o, simplemente,
se mandan a cambiar sin decir nada.

Demás está decirles
que, cuando aman,
te arañan hasta el alma
con su amor.

miércoles, 17 de febrero de 2016




  I


Estoy parado
frente a la centenaria reja que adorna la tumba de mi padre
-que antes visitábamos cuando era la tumba de su propio padre-
y  me pregunto
si deberé pintarla
para cuando sea la mía.



  II


El ángel 
trataba de pasar desapercibido entre la gente.
Pero, 
sus alas tropezaban contra los cuerpos presurosos
y terminaba
-inexorablemente-
empapelado a chuchadas.



  III


Don Pedro tomó sus 90 años
y se fue a sentar sobre una tumba.
Allí esperó hasta que se hizo de noche;
pero, la muerte no llegó.
"La historia de mi vida -se dijo-,
no pienso amar de nuevo"
Y regresó a su casa 
-otra vez-
a paso lento.



  IV


Guardaron los caballos,
pero,
la bicicleta
quedó tiritando
bajo la lluvia.




  V


De noche,
la noche misma
es tan sólo
un espejismo.
Un fantasma
que va de hora en hora
sin cesar
por mis silencios.










martes, 16 de febrero de 2016



  Día de los desenamorados



  I


Me queda la idea
que mi poesía no es para ti.
Porque  te duermes tranquila
cuando todos mis sueños
están despiertos.



  II


Deberías darte con una piedra en el pecho,
pienso ahora.
Mientras recojo
mis inútiles palabras de amor
de tu basura.




lunes, 15 de febrero de 2016




 Haikús


  
 I


Flores de papel.
Sonríe el cerezo
al dejarlas ir.




  II


Canta la luna
en el rostro del agua.
El bosque sueña.



  III


De rocío es
la armadura del grillo
que tintinea.




  IV


¿Es un colibrí
o las flores del jardín
las que se marchan?




  V


Respiro la luz.
El cerezo florido
canta para mí.



  VI



Viste al otoño
un sastre de tristezas
y hojas muertas.



  VII



Detiene al sol
la mariposa azul
que se solaza.



  VIII


Ríes alegre
y celosa calla
la lluvia fría.



  IX


El gato mira
el fuego del brasero.
¿ O son batallas?.



  X


La tarde se va
entre las tumbas viejas.
Deja olvido.




  XI


Cae la lluvia.
El bosque la recibe.
Están desnudos.






sábado, 13 de febrero de 2016



  Achaques



  I


La edad
comenzó a picotearme las piernas
hace unos meses.
Me dejó dos agujeros rojos
que se expanden
como ojos de ahogado
y  que amenazan tragar
hasta mi propia sombra sin remedio.



 II


Seré una estrella enana que implosiona.
Seré una estrella enana que implosiona.
Seré una estrella enana que implosiona,
me repito hasta el cansancio,
para asustar a la muerte
o
para que, al menos,
no se la lleve tan fácil, la condená.


viernes, 12 de febrero de 2016




 Aburrido, Dios,
pone unas pinceladas de rojos y violetas
sobre un cielo en que mezcla el negro con el blanco.
Lo difumina con sus dedos.
Dibuja
unos cuántos trazos que semejan pájaros en 
la distancia.
Entonces, sin pensarlo,
agrega unas casas tristes en la falda de un cerro
y una ventana
tras la cual permanezco
con unos ojos gigantes en los que refleja el mar.



martes, 9 de febrero de 2016





  Hice,
con mi dedo,
un círculo sobre tu viente.
Para que se expandiera mi amor
como ondas
por tu piel.




viernes, 5 de febrero de 2016




   La lluvia
tintinea canciones en el sur
y las chispas
ríen y saltan sobre el brasero encendido
mientras la tarde,
entre mate y sopaipillas,
nos habla del dolor
que nos traerá la vida.


jueves, 4 de febrero de 2016





 

Cuando pisan  los niños
-descalzos-
la orilla húmeda del mar,
nacen de sus huellas
estrellas infinitas.

lunes, 1 de febrero de 2016




 

Ulrika, la desnuda,
tenía la piel de plata
y sus pezones eran
cerezas delicadas 
en sus colinas de amor.