Busca a alguien que se siente junto a ti.
Que observe en silencio, contigo, el atardecer.
Que busque tu mano cuando se vaya el sol.
Y que sea tu estrella
cuando te llegue la noche.
Cuando te vi por última vez
había luz con motas de polvo
sobre tu recuerdo.
Mi mente vagaba del living a la calle,
soñando ir más allá.
Las palabras guardaban un silencio absoluto
sobre los muebles tristes
y no sé si llovía;
pero, los pájaros sembraban peces
para ti
en el jardín.
Me miran fijo
las fotos de mis muertos.
Esquivo la mirada.
No quiero que me vean prisionero
de esta desesperada quietud
de esfinge pueblerina.
De este gotear de tiempo,
incesante,
sobre mi cabeza.
No quiero que me vean,
simplemente,
abrazado a tu recuerdo.