Me quedo,
por un segundo,
en un eco fantasma
que llega de una tarde imaginaria.
Me solazo de su eternidad
mientras cierro mis ojos
para llenarme de luz.
I
No sé
si mis recuerdos de ti
son imaginarios
o tú,
simplemente,
un fantasma
de mis recuerdos.
II
Sobre la tierra seca de esta tumba
florece alto
un árbol de luz.
Valparaíso
Planean,
como palomas coloridas,
las casas
por las faldas de los cerros
y el mar
juega suavemente
con pequeños barcos en la bahía.
Los sueños
emprenden viaje al horizonte
y marinos
se quedan para siempre
enganchados a un adiós
que suena y resuena
como un eco
en las habitaciones
azules
de sus almas.