I
¿De qué le servirá a un muerto
el que lo extrañen?
Me pregunto
mientras pateo
con indiferencia
un perfecto charco congelado.
II
Los años
son niños crueles.
Me dicen
-con su varita-,
"Vamos, niño,
hazte viejo".
Y se ríen,
a carcajadas,
mientras se alejan.
III
No puedo dormir :
Los días futuros
golpean mi puerta
con desesperación.
IV
La hoja en blanco me insulta.
Me dice
que la avergüenzo.
Que ni cosquillas le hice
con estas estocadas mal urdidas.
Luego,
menea su cabeza
y me mira impertérrita.
Como entendiendo.
V
En las casas de antes se vivía.
Ahora no.
Ahora,
sólo se duerme.
Se piensa
que ya no hay futuro.
Que,
a lo mucho,
la vida podría equivocarse.
VI
Doy
un rodeo
en torno a tu recuerdo
para llegar a mí mismo.
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