I
A los pies de la vida
Ponemos
Nuestras miserias
Y le decimos:
“He aquí los frutos de nuestros días.
La sangre de nuestras sombras.
Te los damos a ti
Como agradecimiento
Del vino amargo
Con que nos bautizaste”.
Y
He allí
Que la vida nos mira.
Pone su mano de madre
En nuestros cabellos
Y rompe a reír a pata suelta.
Moraleja:
No somos nada, Señor,
No somos nada.
II
A veces,
Las palabras se van.
Se acuestan con otro.
Te mandan a la mierda.
Luego,
Luego vuelven
Cabizbajas
Diciendo
Que la vida les duele.
Que te echan de menos.
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