I
Decían
que era imposible.
Que Machu Pichu
no estaba sobre el ropero.
Que,
en el charco del patio
no había ningún Nautilus navegando.
Que
algo grave pasaba
con el niño.
Que
era urgente
llevarlo
hasta el doctor.
II
Para ella,
la lluvia era lluvia
y
el temblor que sintió
cuando rozó mi adiós,
producto
del frío
solamente.
III
A mí,
no me vengan a pedir monedas.
Menos consejos
de qué hacer cada cual
con su vida.
A mí,
no me interrumpan preguntándome la hora.
Sólo
déjenme
dormir
tranquilo
bajo esta cruz.
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