I
Es extraño esto
de comprender de golpe
y quedar colgando
de tu propio abismo.
Asustado a muerte.
Como el conejo
que mira exorbitado
los focos del verdugo.
II
Quedé mirando hacia
la Cruz del Sur
y no encontré su rostro.
(Como tantas veces
cuando la soñaba).
Y la respuesta era simple:
La lucidez
no tiene idea de astronomía.
III
Primero,
Lo movieron con un palo.
Porque, nunca se sabe.
Luego,
lo empujaron con el pié.
Pero,
no hubo respuesta ni gemido.
Lo pusieron
de cara al sol
y
comprendieron
que en sus cuencas vacías
yacía
toda la historia del hombre
en este mundo.
Entonces,
siguieron caminando.
Sin mirar hacia el lado o hacia atrás.
Ni
una
sola
vez.
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