I
Los poetas coloquiales
escribimos
sobre los silencios desechados en las cunetas
o
sobre Juan
que ayer murió
sin enterarse
que era virgen.
II
Se te acabó la magia, Campanita.
Tus polvos ya no me hacen volar.
Siempre te lo dije:
Mejor amantes que esposos.
III
Las piedras
se sentaron en torno al desierto
y alzaron su rostro al cielo
para agradecer la vida.
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