La noche es ajena. Es de los gatos que rompen las estrellas. Que quiebran los planetas mientras van, enmarañados, dando tumbos por el universo y lo que parece lluvia sobre el techo es sólo su sangre tecleando sobre el zinc.
viernes, 21 de agosto de 2015
Pienso en ti -desnudo-, bajo la lluvia implacable de tu nombre. Ciego, como el náufrago que quemó sus ojos en el horizonte. Sólo para soñarte.