Pareciera estúpido
decir
que Santiago
es un desierto inclemente
que limita
por sus cuatro
costados
con las llagas de Cristo
y
que
-en su centro-
está el esqueleto
de una bicicleta
que fue bombardeada
por nacionalizar la dicha.
Pero,
se han visto muertos cargando adobes,
¿no?.
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