I
Soy un río,
te dije.
Y descendí
desde tus senos,
lentamente,
a tu entrepierna.
II
Un gato
para un viejo
es más necesario que un bastón.
En él
apoya
toda su desesperanza.
III
A veces me parece
que estoy apedreando
el muro de una casa vieja.
O que pinto estrellas nuevas
en el rostro del agua.
Otras tantas,
sólo quiero
pegarme
un tiro
en la tristeza.
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